domingo, 10 de febrero de 2013

Las aventuras de Enrico Feynman 2x05: Descifrando a Aya.

Tras mucho papeleo y varios meses, en los que reorganicé la División Roja, logré tener más tiempo para concentrarme en el libro. El templo de Pueblo Beluga había quedado destruído, pero habíamos conseguido traer algunos datos importantes de ese templo. Ese templo estaba erguido en el lugar donde siempre habían vivido elementales de Alcaesto, de los que la última es Lluvia Aquarrica. También, en inscripciones del templo decía:

Cuando la oscuridad de las tinieblas
se cierna sobre el mundo elemental
no debemos temer ni ir a tientas
o todo se cernirá en un gran mal.
Debemos luchar.

Cuando ocurra todo esto
hemos de ir a luchar al mal
con la materia del Alcaesto
y la energía del verde metal.
Debemos resistir.

El verde que de rojo viste,
la chica del pelo azul,
la sombra que dos dueños tuviste,
y el hijo de los Luftur.
Deberán hallar el camino
con ayuda de las sombras
y, con gran atino,
evitar que sean pasto de las bombas.

Cuando la llama viva se desvele
contad hasta tres.
Cuando el de una probeta hijo camine
la cuenta habrá terminado.
Cuando el tercero de fuego se desvele
esperad ventitrés.
Y aunque la entrada muchas cosas mine
la lucha habrá finalizado.

La coraza deberá guarnecerlos,
y el de fuego inventor,
proporcionará una para ellos,
móvil y contra el dolor.
Los cinco campeones de ahora
deberán ayudar al creador.

Este críptico poema decía que, para salvar a Aya necesitaríamos una elemental de Alcaesto, teníamos a Lluvia; un elemental de Uranio, estaba yo; el hijo de los Luftur era, evidentemente, Bore Luftur, último elemental de aire que no fuesen sus hijos de probeta. Era evidente que pronto se produciría ese encuentro, pues cada vez los problemas estaban siendo peores, aunque hiciésemos mucho por solucionarlos.

La llama viva era obvio a qué se refería: "contad hasta tres": tres generaciones a partir del primer gran miembro de la familia, Belenus Llamaviva. Se refería a Kaji. Era obvio que se estaba refiriendo a quiénes deberíamos estar allí y cuándo (cuando Llamaviva cumpliese 23 años). Lo que no sabía era dónde.

Miré los siguientes versos del poema:

Cuando todo parezca terminado
iniciaréis la búsqueda día y noche
universos dependen de vosotros,
de vuestros coches.
A quien espera, desespera,
de quien se espera, da de sí.

Las rimas de este verso
están ocultando una advertencia
o tal vez esté oculto el lugar.
No se sabe con certeza
a qué os vais a enfrentar.

Seguía con una secuencia que no estaba en verso, "130º 31' E. 500 Km." Ahora lo entendía todo. Esos versos aparentemente sin sentido eran el anagrama de "Ciudad Leona", estando seguidos por una serie de coordenadas polares, que medidas desde Leona estaban apuntando a una zona de Falconia muy montañosa.

De pronto, alguien dio tres golpes en la puerta y preguntó "¿Coronel Feynman? Era la voz de Quiri.

-Buenas tardes, mi coronel- dijo saludando.
-Descanse, teniente- dije.- Buenas tardes.
-Mi Coronel, era para avisarle de que el TANQUE está ya en perfectas condiciones- dijo Quiri.- De hecho, los cinco prototipos de las diversas versiones se comportan muy bien.

Sonreí. Ahora entendía lo de la coraza móvil.
-Muchas gracias- dije.
-¿Por qué, mi Coronel?- preguntó Quiri.
-Por todo- dije lacónicamente.

Seguí viendo los entrenamientos y seguí observando de cerca a esos cinco nuevos tenientes. Se supone que nos ayudarían a llegar a ese sitio, entonces. Vi que eran un perfecto equipo en algunas misiones que los envié conjuntamente.

Mientras tanto, logré acordar una reunión con el Rey, Lluvia, Kaji, Zap, Sôkar, Matarratas, Ember y Benjamín. Entramos todos en una sala privada del palacio real.

-El caso- dije- es que cada vez encuentro más sentido a los versos de la página 12 del libro de KV. Hablan de un encuentro en Falconia donde se decidirá todo, coincidiendo con el 23 cumpleaños de Kaji.

-Lo único a lo que no encontraba sentido- dijo Benjamín- fue a lo de la coraza.

-Acabo de encontrárselo- dije.- ¿Os acordáis de los cinco nuevos tenientes que ganaron la Liga este año? Pues resulta que dos de ellos han creado un vehículo acorazado, al que llaman Transporte Acorazado Nacional Que Utiliza Explosivos o TANQUE.

-Entonces, ¿ellos también están implicados?- preguntó Kaji.
-Eso parece- respondí.- Por cierto, ¿cuándo es tu cumpleaños?
-Dentro de dos semanas- dijo Kaji.
-Entonces no tenemos tiempo suficiente- dijo Ben.
-Razón de más para empezar con esto cuanto antes- dije.- ¿Algo más?
Nadie dijo nada.
-Pues entonces, vosotros cinco, estad preparados- dijo el Rey.- Oficialmente estaréis preparando la fiesta para la jubilación de Ember. Y tú, Feynman, quiero que consigas que esos cinco individuos y tú estéis para la fecha en Falconia.

Se levantó la sesión y cada uno tiró por su cuenta. Yo me introduje en el despacho del teniente Quiri. Era una sala pequeña, con una pizarra llena de ecuaciones químicas, planos de diseño y un póster del Kataido, la disciplina de combate de fuego, colgado en la pared. Quiri estaba escribiendo en un ordenador portátil, presumiblemente un informe.

-Hola- dijo.- Mi coronel, ¿sabía usted que las normas de educación son llamar a la puerta?

-Sí- dije.- Pero también sé que a los superiores se los saluda de pie, firme y con la mano derecha tocando la frente.
Quiri se levantó e hizo el saludo militar.
-Teniente- dije.- Tú, junto con Silver, FValley, Dazel y Raiki tenéis que estar listos para una semana. Es una misión importante, de la que os daré más datos la semana que viene. Pero quiero que tengas rodado y a punto el prototipo de TANQUE para el jueves de la semana que viene.

Salí de su despacho y me dirigí al de Silver. Era otro despacho pequeño, en el que había una mesa con una foto de Silver y sus pingüinos. Había, encima de un mueble, una kusarigama y una katana expuestas. Silver estaba de pié, contemplando el campo de entrenamientos desde la ventana.
-Buenas tardes- dije.- Y espero que no se haga esperar su saludo, teniente.
Silver se puso firme. La mano le quedó justo encima del parche en el ojo.
-Señor, ¿a qué se debe esta inesperada visita?- Preguntó.
-La semana que viene, os enviaré a todos los tenientes recién incorporados a una misión de gran importancia- dije.- Oficialmente, se tratará de ayudar para una fiesta de jubilamiento, en concreto la de Ember Llamaviva.
-Señor- dijo.- Si es justo hacerlo, cuente conmigo.
-No sé si es justo- dije.- Pero es necesario.

Así, fui hablando uno por uno con todos ellos, para ordenarles estar listos para cualquier eventualidad en una misión de alto secreto. Pero lo que ocurrió en la misión lo diré más adelante.



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