viernes, 25 de enero de 2013

Las aventuras de Enrico Feynman 2x03

Capítulo 3º de la segunda saga:

Habían pasado varios días, en los que leí y releí los informes y el interrogatorio del elemental de fuego terrorista. Por lo que parece, estaban buscando distraernos. Pero... ¿distraernos de qué? Entonces lo sospeché. Ya se acercaba el día de la energía, y miles de elementales vendrían aquí a pasar las fiestas. De pronto, se me ocurrió. Ya sabía y podía contaros quién era el prisionero. Se trataba de un teniente expulsado hace 8 años, que estaba en búsqueda y captura por buscar información confidencial. Su nombre era Iguel Adler.

Me tocaba a mí hablar con él. Llegué a su celda y comencé.

-Así que te toca a ti interrogarme- dijo.- Tú, el puño radioactivo del Rey.

-Sí, y como ves, tardé menos tiempo en ascender que tú- dije.- De todos modos, explica por qué los incendios.

-Había encontrado a gente peligrosa- dijo.- Conoces a Benjamín Llamaviva, ¿no? Tienes que advertirle.

-¿Qué es lo que ocurre?- pregunté.- Llamaviva está en libertad. Le amnistiaron hace poco.

-Hay un grupo que quiere matarle- dijo Adler.- Gente que está sintiendo cómo se desmorona el régimen de terror y cómo el nuevo Rey está dando pasos hacia un futuro justo e igualitario.

-¿Quién es su líder?- pregunté.

-La mano derecha- dijo.- El que dirige esto no tiene un pelo de tonto. Es más, nos está tomando el pelo a todos.

Como vi que se estaba desmayando, decidí llamar a un médico y dejar el interrogatorio. Aclaraba muchas dudas. Me fui a la celda de al lado, donde estaba todavía Bore Luftur.

-Hola- dije.- Tengo que hablar contigo de un tema. Quiero que no hables con nadie más, ni con Cerilla ni con el Rey. Tal vez, si consideras oportuno, con Ember.

-Adelante, pregunta- dijo.

-Creo que os conozco- dije.- ¿Hace 20 años estuvisteis los cinco elementos en Ciudad Rara, al sur de Reptilia?

-Sí.-dijo.-Nos hemos visto de antes, Enrico. Y sabemos lo que ocurrió después, cuando unos desconocidos mataron a tus padres. La ocasión para vengarte la pintarás calva dentro de poco.

Entonces lo entendí. Las alusiones al pelo y a la calvicie me hicieron pensar en alguien. Alguien al que también había visto de antes. Alguien al que acababa de ver hace poco.

Era ya tarde cuando llegué al pasillo, y encontré que había alguien en la sala donde guardaba bajo llave las grabaciones. Era raro, porque el Rey había dispuesto que solo yo pudiera entrar. Y, al ver que intentaba hacerlas arder, supe a quién se referían.

-Así que ahora lo entiendo todo- dije.- Aunque me cueste la vida, no las quemarás.

Cogí un extintor y me dispuse a apagarlo. De pronto, me golpeó.

-¡Katai level 1!- dijo el elemental. Era alguien importante, la mano que estaba detrás de querer asesinar al Rey y a Benjamín Llamaviva. Era el coronel Cerilla.

-Veo, veo, que voy a ser tu sucesor- dije.- ¡Nukeman level 1!

-Siempre has sido una molestia- dijo.- Eres una molestia igual que tus padres. Siempre investigando, siempre dándose cuenta de que es necesario mucho poder. ¡Yo tengo el poder!

-Coronel Cerilla, queda usted detenido- dije.- Por corrupción, homicidio, intento de asesinato de un compañero, pertenencia a banda armada, desobediencia de una orden directa del propio Rey y alta traición.

Le golpeé en la barriga. El golpe del uranio deja huella, y, mientras se paralizaba y gritaba, lo apresé y le puse unos grilletes. Por el estrépito llegaron algunos soldados, y todos vieron que había detenido a Cerilla.

-¿Se puede saber qué ocurre?- inquirió el Rey, que acababa de llegar, alertado por uno de los guardias.

-Majestad- dije.- He encontrado a Cerilla intentando quemar los registros que exculpan a los 5 elementos y ha intentado asesinarme. Además, tengo pruebas que demuestran que asesinó a mis padres y que ha participado en un complot contra usted.

-Guardias- dijo el Rey- llevad a Cerilla a una celda de máxima seguridad. ¿Entiendes la gravedad de los cargos?

-Sí, señor- dije.- Y tengo pruebas de que intentó quemar los registros. Hay marcas en los registros de fuego, estaba en la escena y tengo la parte de atrás del pelo quemada.

-Increíble- dijo.- No sé si convocar un juicio o no. Las pruebas son concluyentes.

-Majestad- dije.- El caso es que ahora lo comprendo todo. Comprendo nuestro papel aquí, como el de esos cinco chicos, el de Ember, el de Benjamín y el de Cerilla. Por lo que he podido averiguar, los 5 elementos encontraron que la propia existencia del mundo elemental está en peligro y avisaron al Rey. Entonces, Ébola lo mató para que tu padre ascendiera al trono, y Cerilla, que estaba al tanto, fue el que convirtió la figura del Rey en un Gran Hermano, un ser controlador de todo sin que la gente apenas sospechara. Fue el creador de un sistema orweliano* y para conseguirlo, hizo cuanto tuvo en mano por evitar el acceso al conocimiento. El papel de Ember aquí es el de marioneta de Cerilla, y el de Benjamín es el de ser enemigo de Cerilla, en un intento por preservar conocimiento. Cerilla mató a mis padres, dos científicos del sur de Reptilia, por estar relacionados con Bombastus y porque conocieron a los 5 elementos.

-¿Y mi papel aquí?-inquirió el Rey.

-Eres el que está intentando destruir el sistema de Cerilla- dije.- Cerilla ha visto que eres justo y que buscas el bienestar de la gente y ha intentado destruirme. Y a mí ha intentado destruirme porque conozco bastante de lo que pasó antes del día 0 y porque soy leal.

Esto es todo lo que ocurrió ese día. Caí rendido en mi cama, donde quedé dormido. Lo que ocurrió al día siguiente ya lo revelaré más tarde.


*Orweliano: relativo o referido a George Orwell, escritor británico. El sistema de gobierno de 5 elementos parece basado ligeramente en el de la novela "1984", de este autor. En esa novela, se cuenta la historia de un funcionario en un sistema totalitarista capaz de controlar lo que la gente piensa.

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