sábado, 1 de diciembre de 2012

Las aventuras de Enrico Feynman (parte 11):

Continuación de la aventura:

Llegamos pronto a Pueblo Beluga, donde el panorama era caótico. La base estaba asediada por las tropas de Ébola, al que llegué a ver. Era enorme y estaba formado como por una especie de nube con dos ojos. De pronto, llamé por el vasófono móvil al coronel Cerilla.

-Mi coronel, Ébola está aquí.
-Lo sé- fue su respuesta.- Hice bien en evacuar el pueblo.
-¿Alguna orden?- pregunté.
-Sí- dijo.- Voy a ordenar a las tropas que lo atraigan a la llanura y quiero que estéis presentes, sobre todo tú. Marie y tú debéis usar vuestros level 2 a la vez, aunque contra Ébola tal vez tengas que hacer tu level 4.
-Señor- dije.- ¿No sabe usted que el level 4 de Uranio es prácticamente suicida?
-Correremos el riesgo- dijo.

Llegué a aterrizar en la base, me dirigí al puesto de guardia y ordené que atrajeran a las tropas enemigas a la llanura cercana. Comenzó el movimiento que, a pesar de ser inferiores en número, logró distraerles hacia allá.

Allí se encontraron frente a frente con todo el resto de la División Roja y la División Negra al completo. De pronto, el Rey, que había llegado en secreto, dijo:

-¡¡Ya basta de traiciones!! ¡¡Esta rebelión debe terminarse o si no, perderéis vuestras vidas por rebelaros!! Voy a mostraros nuestro poder. ¡Enrico, Marie, ahora!

-¡Nukebomb level 2!- exclamamos al unísono. El grueso de las fuerzas enemigas estalló y saltó por los aires en un caos colectivo. Los restantes huyeron como rayos, excepto Ébola. Ébola permanecía espectante, listo para sacar un as en la manga. De pronto, lanzó un ataque al Rey.

-Esto ya ha ido demasiado lejos, Ébola- dije yo.- Por la creación del virus Ocaso, el asesinato de los capitanes SS que habían recibido la orden de arrestarte, la muerte de Sebastián Rattengibt y el asesinato de Albert Feynman, vas a morir hoy.

De pronto, alzé la espada y me dispuse. Tenía que hacerlo, y era el momento idóneo, ya que las tropas de ambos bandos se habían marchado.

-¡¡Kamikaze level 4!!

Alcanzé a darle con un golpe, que se expandió por toda la llanura en una tormenta de radiación nunca vista. La hierba moría al paso de la onda expansiva. Miré y ví los restos de Ébola en el suelo. De pronto, Matarratas apareció de entre las sombras y nos vió a los dos tirados en el suelo.

-Veo que, contra todo pronóstico, has sobrevivido- dijo.- Enrico, voy a curarte las posibles secuelas.

Me desmayé. Cuando desperté, estaba en un lugar familiar: la sala médica de la base. Me dí cuenta de que no llevaba mucho en cama, unos pocos días, y de que, tras una operación, estaba en condiciones. Me refiero, por supuesto, en condiciones para ir a la Capital. El hijo del Rey iba a ser coronado dentro de unos días, y me daba tiempo a salir de la cama y a prepararme. Además, y como consecuencia de la muerte de Ébola, había sido recompensado: me acababan de ascender a Capitán.

Me sustituía un joven elemental de rayo, Vallecano, al mando de mi antigua unidad. Yo pasaba a estar al mando completo de la base. También tendríamos una importante tarea que llevar a cabo: reconstruir Pueblo Beluga.

Continuará.

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