domingo, 16 de diciembre de 2012

Las aventuras de Enrico Feynman 2x02:

Segundo capítulo de la segunda saga. Bastante revelador:

Fui a la celda de Bore Luftur. Era una celda bastante oscura, no muy grande. Dentro había una cama, y una mesa con una silla.

-Por lo que veo, tienes suerte- dije.- Los demás presos tienen el triple de cadenas.

-Ya lo sé- respondió.- Ventajas de que me atrapen.

-Vengo a interrogarte- dije.

-Me pillas en buen momento- dijo.- Si llega a ser ayer, que me estuvieron sacando muestras de tejido, sería otra cosa.

-¿Duele?- pregunté.

-Los pinchazos duelen- dijo.- Adelante, interrógame.

-Primera pregunta- dije. -¿Qué ocurrió en la sala del trono el día 0?

-Primero- comenzó,- nos mandó llamar al Palacio. Cuando llegamos, le vimos morir. Creemos que fue envenenado.

-Así que vosotros no le matásteis- pregunté.-¿Quién es el asesino entonces?

-Su asesino está ya más que muerto, gracias a eso que llevas en la cintura- dijo.

-¿Ébola?- pregunté.- Pero si Ébola estaba en ese momento matando a cuatro soldados e intentando matar a un quinto.

-No hace falta que lo hiciera en el acto- dijo.- Seguramente, pasó algo antes por las cocinas del palacio y puso virus en la comida del Rey. Después, fue hacia el laboratorio secreto, donde se encontró a esos cuatro desafortunados.

-Tiene lógica- dije mientras terminaba de anotar.- ¿Alguna prueba?

-Las cámaras de vigilancia- dijo.- Fue ese rey el que ordenó instalarlas poco antes, y los archivos todavía están ahí. Busca de acuerdo con esta fecha, las cámaras de la cocina y de la sala del trono.

Anotó una fecha en el papel que tenía, me despedí y me marché.

Me dirigí a la habitación con el archivo, entré y busqué los datos de esa fecha. En el registro, se veía claramente que los cinco elementos no intervinieron en la muerte del Rey, sino que le vieron morir mientras comía. Además, estuvieron hablando con él, seguramente de una próxima misión que tendrían que hacer.

Cogí la cinta con la grabación de la cámara, me la guardé en un bolsillo del uniforme y me marché. Tenía otras cosas que hacer además de eso. Primero, tenía que dar la alarma de que un peligroso asesino andaba suelto y hacer que mis hombres lo atraparan. Por supuesto, no era más que una cortina de humo.

Entonces comprendí lo que ocurría. Si conseguía que esa cinta llegase a las manos adecuadas, se demostraría la inocencia de los cinco elementos y no tendríamos tantos problemas. Cerilla y el Rey deberían conocer cuanto antes esta noticia.

Terminé de redactar el informe sobre el interrogatorio, lo metí en un paquete junto con la cámara y pedí cita para hablar con el coronel Cerilla. En su última orden, decía que la semana que viene nos reuniríamos todos para dar los datos de la investigación.

Al día siguiente, recibí un mensaje: un antiguo noble, elemental de fuego, vagaba por la ciudad quemando cualquier cosa que se pusiera a su paso. Era uno de los nobles que habían visto la "noche de los cuchillos de uranio", como llamaba la prensa al incidente.

Me dirigí a la escena, ordené a un subteniente que reuniera a todos los elementales de agua de mi compañía y se dirigiesen a apagar los diversos fuegos. De repente, apareció una reportera de TVEl, que intentaba filmar las mejores imágenes de los incendios.

-En estos momentos, me encuentro en el lugar del último incendio declarado. Estoy en estos momentos junto a un cortafuegos que están siendo colocados por tropas de la división roja. Me dispongo a hablar en estos momentos con el oficial a cargo de la zona, el capitán Enrico Feynman. Capitán Feynman, ¿qué es exactamente lo que ha ocurrido?

-Lo que les puedo contar por ahora- comencé- Es que un elemental de fuego se ha vuelto loco y está provocando incendios en esta zona de la ciudad. Estamos trabajando duramente para capturarlo, y les pedimos por favor que no intervengan y que se mantengan lejos de las zonas que están en alerta.

-Capitán, ¿puede tener esto algo que ver con la "noche de los cuchillos de uranio"?

-No estoy autorizado a responder esa pregunta. Ahora, márchense. Tenemos un loco que atrapar.

De pronto, mientras los reporteros se marchaban, apareció un elemental entre las sombras.

-¡Muajajajaja! ¡Muajajajajajaa! Atrapadme si podéis.

-Date por ya atrapado- dije.- Jaula Radioactiva, ¡Level 2!

De repente, apareció una jaula que envolvió por completo a ese elemental. Ese elemental, que había causado incendios y al que acababa de capturar resultaba ser un ex-militar, un antiguo teniente expulsado llamado Adler.

Pocos días más tarde, el Rey nos volvió a llamar. Estábamos Cerilla, Ember, Benjamín, y yo. Yo llevaba el informe, un reproductor de cintas y las grabaciones de la cámara.

-Señores, tomen asiento e informen de lo que han averiguado- dijo el Rey.- Enrico, tú primero.

-Los cinco elementos fueron realmente inocentes de la muerte del Rey- dije.- Esta es la prueba.

Mostré la primera cinta. En ella, se veía a Ébola, algo antes, introduciendo veneno en la cena del Rey. Era bastante concluyente. Entonces, pasé a la segunda cinta. En ella sólo se veía a los cinco elementos hablando con el Rey, mientras éste cenaba. De pronto, el Rey caía desplomado.

-Lo han visto ustedes todo- dije.- Esas grabaciones, como seguro que ustedes saben, están guardadas bajo vigilancia y es necesario un pase A para acceder a ellas. Aunque los cinco elementos fueron realmente los mejores de su época, dudo que consiguieran nunca tal pase A.

-Es cierto- dijo Cerilla.- Mientras ellos estuvieron en el servicio, no consiguieron ningún pase A. Sin embargo, ¿y después?

-¿De qué serviría una prueba que les exculpase después de que ya les hubieran condenado?- pregunté.- Las pruebas están ahí.

-¿Eso significa que los cinco elementos van a librarse o siguen teniendo órdenes de busca y captura?- preguntó Kaji.

-En cualquier caso- dijo Ember- esto les exculpa del asesinato del Rey, nada más. Todavía son culpables de muchas cosas. La muerte de mi padre, por ejemplo.

-Tu padre ya tenía firmada sentencia de muerte mucho antes de que Válbrandur acabase con él- dijo el Rey.- He revisado personalmente los archivos y he encontrado los planes del complot que acabó con el Rey anterior hace ya cuarenta años. En la lista de personas con las que tenían que acabar estaba el coronel Llamaviva.

De pronto, llegaron Kaji, Sôkar Matarratas.

-Buenas tardes, señores- dijo Matarratas.- Tengo una buena noticia: hemos logrado separar con éxito el genoma de Luftur y nos hemos dado cuenta de algo.

-¿Y bien?- dijo Cerilla.

-El genoma de un elemental tiene un número variable de cromosomas, entre 50 y 55- comenzó.- Cuarenta y ocho cromosomas son comunes a todos los elementales, incluyendo los dos sexuales. Los otros entre dos y siete determinan el elemento del elemental. Por eso, creemos que introduciendo la secuencia genética que falta en el esperma de un elemental de rayo sano, y mediante fecundación in vitro, podríamos conseguir que los elementales de aire volviesen a existir.

-¿Por qué elementales de rayo?- pregunté yo.

-Un elemental de rayo comparte 6 de los 7 cromosomas del elemental de aire- dijo.- Por eso, introducir solamente el cromosoma 55 aire será más fácil.

-Comprendemos- dijimos todos.

-Entonces- dijo el Rey.- Falta que os dé luz verde.

-Sí, Majestad- dijo Matarratas.

-Está bien- dijo el Rey, y se puso a escribir:

"Su Majestad, el rey Alfonso XIV del Reino Elemental, autoriza la experimentación para el desarrollo de embriones elementales de aire, a fin de recuperar una raza extinta. Firmado: Yo, el Rey."

-Con este acto, termino la sesión- dijo el Rey.- La semana que viene, quiero más progresos en la investigación.

Me marché a la base y estuve recibiendo informes sobre el elemental de fuego capturado. El contenido de los informes lo revelaré dentro de poco, pero actualmente no importa.

Continuará.

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