sábado, 17 de noviembre de 2012

Las aventuras de Enrico Feynman (parte 8):

Continuación. (Nota:Enoldragón es la abreviatura de Enola Dragón):

Al día siguiente, fui al Colegio Beluga para llamar a Dino Aquatro y a Leo Davín. Les hice venir a la base, y nos reunimos en una sala apartada.


-Creo que a ustedes les conozco de antes- dijo el coronel.

-Así es- respondió Dino.- Somos exmilitares. Dimitimos hace ya 10 años.

-En fin- dijo Cerilla.- Tengo que preguntarles cuánto saben sobre el Alcaesto.

-Existe, y el elemental que lo controla está aquí- dijo Dino.- Se llama Lluvia Aquarrica.

-¿Y sobre los 5 elementos?

-Desaparecieron hace tiempo, y eran excelentes guerreros.

Tras un rato de interrogatorios, un soldado llegó con noticias.

-¡Mi coronel!- exclamó.- ¡Las bases militares de Falconia y Aquarela se han rebelado!

-Hay que mantener la calma, soldado- dijo el coronel.- Si me he trasladado aquí es porque estamos muy cerca de Aquarela. En fin, se encargará de esto Enrico.

-Sí, señor- dije yo.

-Eso es todo, caballeros- dijo el coronel.- Enrico, antes de que vayas a parar esa guerra, encárgate de que tus hombres evacúen Pueblo Beluga.

Mis hombres y yo nos fuimos al pueblo y preparamos la alarma.

-¡Por orden del coronel Cerilla y para la seguridad del pueblo Beluga, se ordena que todo el pueblo se dirija al refugio de la base situada en el Monte Pito!- Grité.- Mis hombres les conducirán hacia allí.

-¿Qué es lo que ocurre?- preguntó el señor Aquarrica.

-Señor Aquarrica, lamento no poder decirle nada, pero la información sobre lo que ocurre está clasificada por el momento. Solo puedo decir que hay una grave amenaza cerca del pueblo.

Mis hombres llevaron a la gente del pueblo al refugio. Era un refugio subterráneo enorme, capaz de albergar a todo el mundo de forma cómoda. Después de eso, ordené a mis hombres una defensa agresiva del perímetro, colocando algunos puestos de vigilancia cerca.

El coronel Cerilla me dió la orden de marcharme a encontrar y destruir a Ébola, mientras otros agentes infiltrados eliminaban la rebelión. De pronto, llegaron Kaji, Matarratas, Sôkar, Lluvia y Zap.

-Señor- empezó Kaji,- si se trata de encontrar a Ébola, permítanos ir en su ayuda.

-No veo por qué no- dije yo.- La unión hace la fuerza.

-Es posible que Ébola esté por encima de la fuerza- dijo Cerilla.- Está bien, podéis ir, pero evitad cualquier contacto en medida de lo posible.

Recogí mis cosas y ví que el equipo KV hacía lo mismo. Estábamos preparados para marcharnos.

-Según los últimos datos- dije.- Ébola se encuentra al norte de Aquarela.

-¿Cómo llegaremos hasta allí?- preguntó Matarratas.

-Déjame a mí- dije.- Por suerte, conozco y puedo invocar varias criaturas de Uranio. ¡Enoldragón level A!

Un dragón verde brillante salió a mi encuentro y Matarratas sacó un contador Geiger.

-Veamos- dijo Matarratas midiéndolo.- Dá unos 5 Rad. Eso significa que es seguro por el momento.

-Lo he invocado en modo:transporte- dije.- Si lo invoco para combate, es una bestia muy peligrosa. Subamos.

Subimos al lomo del dragón y nos dirigimos al norte de Aquarela, sobrevolando ríos y valles, montañas y llanos.

Continuará.


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