jueves, 15 de noviembre de 2012

Las aventuras de Enrico Feynman (parte 5):

Continuación del fanfic:

Tras un rato vacilando, decidieron aceptar:

-Veamos-dijo Kaji.- Si nos unimos no iríamos a la cárcel y tendríamos ayuda. Parece buena idea.

-Acepto- dijo Zap.

-Así podría evitar que la muerte de mi abuelo y de mi padre hubiera sido en vano- dijo Matarratas.-Acepto.

-Veamos-dijo Lluvia.- Soy elemental de Alcaesto y me busca bastante gente interesada en el Alcaesto. Acepto.

-Acepto- dijo Sôkar.

-Bien- dijo Ember.- Aunque oficialmente seáis civiles, a partir de hoy sois en secreto tenientes SS. Dentro de unos meses os harán un examen para conseguir el grado de capitán. Sin embargo, ahora deben asignaros una misión adecuada. En este caso será recopilar toda la información que tengáis sobre los 5 Elementos y, especial para Matarratas, ayudarnos a conseguir una cura para el virus Ocaso.

-Señor Ember, tengo ya una cura bastante buena- dijo mostrando una serie de jeringuillas.- Si bien no lo cura por entero, disminuye sus efectos considerablemente y se puede producir en masa.

Al día siguiente recibí una llamada desde el Cuartel General:

-Soy el coronel Cerilla, jefe de la División Roja, al teniente Enrico Feynman. Cambio.

-A sus órdenes, señor- dije yo.

-Quiero que asigne a todos sus hombres disponibles zonas de vigilancia en torno al Monte Pito y que envíe algunos al pueblo. Como motivo, diremos que se ha visto a un peligroso asesino por la zona. De todos modos, hay otras cosas que sus hombres no deben saber. Venga en 5 minutos al Cuartel General. Cambio.

-Señor, sí, señor- respondí.- Cambio y corto.

Me dirigí a uno de mis hombres:

-Sargento, usted y sus hombres se encargarán de vigilar la zona del Monte Pito. Quiero guardia en todo momento. Estableced una pequeña base allí.

-Afirmativo- dijo el sargento.

Me dirigí a otro suboficial:

-Subteniente, queda usted al mando hasta que regrese. Tengo que resolver unos asuntos en Ciudad Leona. Las órdenes, procedentes del Cuartel General, incluyen proteger el Monte Pito y el Pueblo Beluga.

Me dirigí al transporte y llegué al despacho del coronel Cerilla. No era un despacho muy grande.

-Teniente- comenzó.- Creo que ya está usted listo para hacer el examen para el grado de Capitán SS. Por cierto, quiero que usted y Ember se encarguen de entrenar a ese equipo en secreto allí y quiero que sus hombres estén alerta en todo momento.

-¿Algo más, señor?- Pregunté yo.

-Sí- prosiguió.- Necesito que reparta entre sus hombres estos viejos carteles de búsqueda y captura.

Me mostró carteles por el ex-coronel Ébola, los de los 5 Elementos y de un hombre llamado Doctor Bombastus.

-Señor- dije.- No sé si figura en el informe, pero capturamos a Bombastus la semana pasada. Intentó destruir el pueblo con Yótums. Ahora mismo Ember Llamaviva está preparando el translado de Bombastus a una prisión de máxima seguridad.

-Bien- dijo.- Para justificar la presencia militar diremos que se ha visto por allí al ex-coronel Ébola, al que se busca por corrupción, abuso de autoridad y por asesinato de militares cuando le iban a capturar. Eso es todo, teniente. Cuando le necesite llamar ya le llamaré.

Volví a Pueblo Beluga y me encontré a uno de mis hombres, un elemental de rayo, que me informó:
-Señor, hemos capturado a un importante pajarraco.

-Ah, ¿sí?- dije yo.- ¿De quién se trata?

-Bore Loftur- dijo.- Quiere hablar con usted y con Ember Llamaviva.

-Sargento, que uno de sus hombres llame a Ember y lléveme donde está- dije.- Es muy importante interrogarle.

Nos llevó a Ember y a mí cerca del Monte Pito, donde el miembro de los 5 elementos ni se había molestado en contraatacar a mis hombres.

-Mira, sé quién eres- dije.- Y te tenemos que detener.

-Tornado level 2- dijo.

De pronto, se creó un espantoso tornado que sacudió a mis hombres. Ember y yo seguíamos en pie, aunque a duras penas.

-Ember, tengo que añadir "resistencia a ser capturado" a la lista de cargos- dije.

-No pensamos juzgarle- respondió.- Ocaso pingüino-prisión level 2.

De pronto, el que otro tiempo derrotó a una compañia entera de un solo golpe, quedó atrapado entre llamas negras, no pudiendo salir.

-Nombre- le dije a Luftur.

-Bore Luftur- respondió.

-Necesito que me diga el paradero actual de los 5 elementos, antiguo comando proscrito desde hace 20 años.

-Ni lo sueñe- respondió desafiante.- Además de que nosotros no matamos al Rey.

-Aún así, fuiste cómplice en el asesinato del coronel Belenus Llamaviva- dijo Ember.- Al que ví morir en manos de tu jefe. ¿No es cierto?

Continuará.

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